¿No ardían nuestros corazones mientras nos acompañaba en el camino y nos explicaba las escrituras?

jueves, 10 de diciembre de 2009

100 ADVIENTO

Ahora que estamos en mitad del Adviento, leo esta reflexión de Fer Mosteiro y me parece interesante en general, y muy apropiada en particular, teniendo en cuenta lo que nos traemos entre manos de "luces de navidad". Lectura "obligatoria" para Emaús. :)

Los que me conocéis sabéis que este tiempo de Adviento es uno de los momentos del año que más disfruto.

Me gusta comparar cómo intento vivir yo el Adviento: un momento de pausa, de hacer cuentas del año, de prepararme, de ilusionarme… y cómo veo que se vive en nuestra sociedad, en el día a día.

Ya no es el simple hecho de que las luces de Navidad cada año se pongan antes, o que las grandes superficies nos llenen con mil anuncios navideños la televisión, las vayas publicitarias, los buzones…, que como sigamos así, vamos a volver de las vacaciones de verano y nos vamos a encontrar un catálogo de Cestas de Navidad en la puerta de casa; sino que veo que se está perdiendo un poco ese “pararnos” para ver qué es lo que celebramos, cuál es el sentido de esas luces…

Para mí el Adviento es eso una llamada de atención que me lleva a “Pararme”: pararme para ver qué voy a celebrar y pararme para preparar bien esa celebración. También es pararme para ver si realmente estoy preparando bien el Camino, si mi camino está despejado o si durante el año lo he ido llenado de cosas que pueden ser obstáculos para caminar por él; pararme para ver si las luces de mi camino sirven para orientar o son solamente decorativas…

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