¿No ardían nuestros corazones mientras nos acompañaba en el camino y nos explicaba las escrituras?

viernes, 29 de octubre de 2010

285 ¿CELEBRAR HALLOWEEN?


Más que decir que celebrar el halloween «es malo», se trata de conocer las razones por las cuales puede, en ciertas circunstancias, ser incompatible con la fe en el único Dios verdadero y en Jesucristo, su enviado. De ahí, podremos tomar una decisión libre: porque si no se dan esas circunstancias en el halloween, no habrá por qué estarse cuidando de él; y si se dan en alguna otra costumbre, es esa costumbre la que hay que evitar por amor a Dios y a los hermanos

¿Cómo surgió el halloween? Se sabe que los antiguos celtas acostumbraban celebrar en el Samhain, es decir, el final del verano, con una fiesta en honor de Pomona, diosa de los árboles frutales, con motivo de las cosechas y el inicio del «año nuevo celta», el 31 de octubre. Aquellos celtas creían que en esta época se estrechaba la línea que une a este mundo con el Otro Mundo, permitiendo a los espíritus ‒tanto benévolos como malévolos‒ pasar a través de ella. De modo que invitaban a su celebración del Samhain a los ancestros familiares, y ahuyentaban a los espíritus dañinos a través del uso de trajes y máscaras con apariencia de un espíritu maligno. No falta quien sataniza ya de entrada estas celebraciones, pero es una exageración, porque se trata sólo de elementos culturales como los que hay en cualquier pueblo antiguo o contemporáneo.

Así, en sus orígenes el halloween no tiene nada de «diabólico», aunque tampoco de cristiano. Tiene mucho de pagano y de supersticioso; paganos son aquellos elementos de la cultura de un pueblo que no han sido iluminados por el Evangelio de la vida, y supersticiosas las formas deformadas de la religión. Fue por ello que, cuando tuvo lugar la evangelización de los celtas, los Papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron (sigue... para leer más pulsa aquí)

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