En estos tiempos que corren, desgraciadamente aumenta el número de familias a las que no las llega ni para comer a final de més. Por eso la semana pasada, aprovechando una petición de la parroquia de la Santísima Trinidad, decidimos invertir nuestros ahorrillos comunitarios en una acción que sirviera para concienciar a nuestros niños (tema éste que últimamente nos trae de cabeza) y además ayudar a los más necesitados.
Así, realizamos una breve catequesis con ellos sobre qué necesitan las familias pobres del barrio, qué productos comprar, qué marcar, cómo optimizar el presupuesto, qué formato elegir para repartir mejor en la parroquia,... Y después entre todos hicimos la compra, que resultó, hasta divertida. Y el domingo, en la eucaristía semanal aprovechamos la operación kilo para hacer nuestra aportación junto con el resto de la parroquia. Aquí tenéis algunas instantáneas de esta actividad comunitaria.
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