¿No ardían nuestros corazones mientras nos acompañaba en el camino y nos explicaba las escrituras?

viernes, 6 de julio de 2007

31 TELEFONO FRATERNO

[07-jul] No se trata de ningún número de teléfono de una ONG ni nada por el estilo. Se trata de reflexionar por un momento sobre una de las mejores herramientas que tenemos (y más ahora en verano), de acercarnos a los demás. A veces parece que lo del teléfono es sólo para los que están lejos porque a los demás ya les vemos más a menudo (¡total, están a un paso!) y al final resulta que los que parecen estar más cerca son los que realmente están más lejos.
A todos nos gusta que nos llamen y se preocupen por nosotros (señal de que nos quieren) incluso cuando alguna llamada es inoportuna porque nos pilla cenando o viendo en la tele nuestra serie favorita. Sin embargo lo de llamar a veces se convierte en todo un proceso (desde que se piensa, se busca el momento,…) que muchas veces no se termina de realizar. Incluso cuando llamamos ¿no os habéis fijado que siempre llamamos a las mismas personas? ¡claro es lo más fácil llamar al que siento más cercano!. ¿Por qué no llamar a ese o esos a los que no llamo nunca o casi nunca?
En el fondo lo que está detrás de todo esta historia del teléfono es la actitud de PENSAR EN LOS DEMÁS. Parece que los demás existen sólo cuando los tenemos delante y después parece como que todos los problemas, proyectos y cosas que nos cuentan que se traen entre manos ¿se nos olvidan? ¿no nos interesan?. La fraternidad se construye desde el interés, el acercamiento, al otro. Jesús se hacía el encontradizo en el camino; ahora tenemos otros medios (e-mail, teléfono, una caña en un bar,…) únicamente hay que tener un poco de vista para saber cual es el mejor y cómo usarlo (otra vez: pensar en el otro).
Ahí queda. Ojalá que las facturas de teléfono se resientan en los próximos meses por un exceso de fraternidad entre todos.

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